Javier Urkia: “El trabajo en Karabeleko es duro pero llevadero, y la recompensa vale la pena”

Ver el fruto de su trabajo en la huerta es una gran satisfacción para Javier, un andoaindarra muy querido por sus compañeros de la finca

Javier se define como “buena persona, buen amigo, trabajador y positivo”. De hecho, es muy querido entre sus compañeros, quienes disfrutan mucho de su compañía y lo consideran indispensable en el grupo. 

Han pasado 5 años desde que Javi llegara a Karabeleko y es, a día de hoy, uno de los más veteranos. Este andoaindarra vino a la finca por mediación de Agifes, y poco a poco ha ido adquiriendo nuevas capacidades y ampliando su conocimiento de lahorticultura.

El día a día de Javi es muy productivo. Acude tres veces por semana a Karabeleko, donde disfruta del “buen rollo que se respira entre los compañeros”. Entre las tareas que desarrolla se encuentran la limpieza de la nave, la recolecta de cosecha, la preparación de las cestas para el grupo de consumo y la limpieza de las malas hierbas. Reconoce que “supone mucho trabajo, pero, al mismo tiempo, el terminarlo es muy satisfactorio”. Una de las cosas que más le complace es observar la evolución que tienen las hortalizas. Recoger lo que un día fue semilla para que la gente pueda disfrutar del sabor de las frutas y verduras es toda una satisfacción para él.

Desde que acude a Karabeleko se siente realizado y apoyado tanto por parte de sus compañeros como la de sus monitores. Además, disfruta mucho con las actividades que realizan aparte del trabajo en la huerta:“las salidas conjuntas, los torneos de parchís y el deporte”.

La naturaleza es su mayor afición;le encantan las flores y en su tiempo libre suele ir al monte o de paseo con sus padres.

En el futuro se ve trabajando en Karabeleko y recomienda fervientemente esta experiencia: “es duro pero llevadero, y la recompensa vale la pena”.